miércoles, 19 de junio de 2013

REDUCCIÓN DEL CONSUMO ENERGÉTICO

El objetivo de la Unión Europea es reducir el consumo energético en un 20% en 2020 .
 
La sociedad se enfrenta a un grave problema de dependencia y sostenibilidad energética. Las autoridades son conscientes de ello y así, la Unión Europea ha adoptado medidas de política energética y es conocido su triple objetivo de alcanzar, para 2020:
* unos ahorros del 20% en consumo energético,
* que las energías renovables sean el 20% de la producción y
* que las emisiones de gases efecto invernadero se reduzcan en un 20%.
El objetivo del 20% de ahorro de energía primaria en 2020 supone ahorros de 400 TWh/ año en aquella fecha, lo que supone un objetivo ambicioso. Así, por ejemplo, el sector residencial en España tiene un potencial teórico de ahorro por eficiencia energética de 24,6 TWh al año, un 15% de su consumo.
La eficiencia energética se convierte en la mayor "fuente de energía", mayor que el petróleo y que las energías renovables y por tanto en la principal herramienta para cumplir estos objetivos y se hace especialmente necesaria en España, país especialmente vulnerable por su una gran dependencia energética (75%) y una alta intensidad energética (esto es, el consumo de energía por unidad de PIB), a pesar de su mejora en los últimos años.
En este sentido, las principales directrices de actuación presentes y futuras son las que proponen las Directivas 2002/91/CE y 2010/31/EU, relativas a la eficiencia energética de los edificios y la Directiva 2006/32/CE, sobre la eficiencia del uso final de la energía y los servicios energéticos. Enlaces externos de interés:
* Directiva 2010/31/UE del Parlamento Europeo y del Consejo de 19 de mayo de 2010 relativa a la eficiencia energética de los edificios
* Directiva 2002/91/CE, relativa a la eficiencia energética de los edificios.
* Directiva 2006/32/CE, sobre la eficiencia del uso final de la energía y los servicios energéticos.
Aunque la UE avanza a buen ritmo en sus objetivos de reducción de emisiones y fuentes renovables, no puede decirse lo mismo de la reducción del consumo de energía. Si no se pone remedio, la Unión solo conseguirá la mitad de las reducciones previstas. Por eso, para recuperar el terreno perdido, la Comisión propone diversas medidas obligatorias de eficiencia energética.
La propuesta prevé que todos los Estados miembros establezcan planes de ahorro energético. Además, los proveedores de energía tendrían que animar a sus clientes a mejorar su eficiencia energética, a fin de obtener una reducción del volumen de ventas del 1,5% anual.
Por ejemplo, para aumentar la eficiencia de la calefacción de las viviendas podrían ayudar a los propietarios a instalar dobles ventanas o mejorar el aislamiento de los tejados. Para obtener resultados similares, las administraciones podrían proponer medios alternativos, como programas de financiación o acuerdos voluntarios con los proveedores.
Además, la Comisión prevé que:
Las administraciones reduzcan el consumo de energía mediante la renovación de al menos el 3% de los edificios públicos cada año y establezcan un requisito de eficiencia energética en las adquisiciones de bienes y servicios
Los consumidores tengan un acceso amplio y gratuito a la información sobre el propio consumo de energía, con el fin de mejorar su gestión
Las grandes empresas se sometan a auditorías energéticas a fin de establecer medidas de reducción del consumo (las pequeñas empresas recibirían incentivos para actuar de igual modo)
Los reguladores nacionales tengan en cuenta la eficiencia energética, en particular a la hora de aprobar las tarifas de acceso a las redes.
Los gobiernos también estarían obligados a supervisar la eficiencia de las nuevas centrales eléctricas y a fomentar la recuperación del calor residual.
Los gobiernos de la UE habrán de aprobar estas medidas, que forman parte de un planteamiento a largo plazo para crear una economía europea baja en carbono que siga siendo competitiva. En 2014 la Comisión volverá a evaluar los avances de la UE hacia el objetivo de reducir el consumo de energía en un 20% y, en caso necesario, hará una nueva propuesta que fije objetivos obligatorios por países.
En España está definida y en vigor la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética para el período 2004-2012, con un primer Plan de Acción 2005-2007 y el posterior Plan de Acción (PAE4+) 2008-2012 que incluye un Plan de Activación 2009-2011 en el que la principal medida es el Impulso de las Empresas de Servicios Energéticos (ESEs).
Así mismo, en julio de 2011 ha sido aprobado el nuevo Plan 2011 – 2020 con el que se pretende dar continuidad a los excelentes resultados conseguidos en los últimos años en el capítulo del ahorro y de la eficiencia energética, que se pueden resumir en que España se ha adelantado en 6 años a las propias metas de la Unión Europea, puesto que ha anticipado a 2010 el cumplimiento del objetivo del 9% de ahorro de energía primaria sobre 2007 marcado por la Directiva europea para el año 2016.
Los ahorros alcanzados en el periodo 2004-2010 se acercan a los 450 millones de barriles de petróleo, cantidad equivalente al 62% del consumo energético final de España en 2010. Respecto al capítulo medioambiental, en el mismo período se ha evitado la emisión de 266 millones de toneladas de CO2, cantidad que corresponde al 20% de las emisiones totales de España en 2009.
Los indicadores de intensidad final y primaria muestran también unos resultados muy positivos, puesto que se ha logrado una reducción superior a la establecida como objetivo por los planes anteriores: el indicador de intensidad final se ha reducido de media un 1,9% anual entre 2004 y 2010; y el de intensidad primaria lo ha hecho en un 2,5% anual, frente al 1% y al 1,8%, respectivamente, fijados como objetivo

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